Kristina I
Qué bien se siente el roce del cuerpo deseado perfecto. Así es Cristina. Perfecta. Delicada, demasiado delgada dirían muchos. Poco pecho otros apuntarían. …”Las embestidas eran frenéticas, duras como ella gustaba. Golpeando mis testículos contra su clítoris mientras la sujetaba para no sacarla fuera de la cama. Entre todo esto contemplaba su ano, perfecto. Sí, perfecto, no me preguntéis que es un ano perfecto pero Cristina lo tenía…” No terminaba una exhalación y empezaba otra, ambos teníamos aguante, podíamos follar como quisiéramos. No era el primero de aquel día y seguro que no iba a ser el último. Encontré sus hombros y los agarre fuerte para hacer que su culo se pegara bien a mi y así lograr todo la profundidad. Apenas fueron unas embestidas mas y nos corrimos casi a la par. Me tenia atrapado en su miel y yo no quería salir de ahí: siempre lo tienes tan calentito Cristina…